domingo, 6 de octubre de 2013

CARTA DE MACHU - PICHU (1977)


Antes que nada tenemos que explicar qué es una "CARTA". Pues bien, la UNESCO (Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura) junto a otros organismos internacionales como la Unión Europea y el Consejo de Europa, han promovido la creación de las denominadas "CARTAS" que junto a convenciones y normas, rigen la conservación del Patrimonio Mundial pero no dictando normas sino aconsejando y asesorando a los distintos miembros sobre la protección de algún bien o todo el Patrimonio Cultural  en su conjunto.Ya hemos dicho que su misión no es la legislativa pero ejercen su influencia en el desarrollo legislativo de los países miembros.
La carta más antigua y una de las más importantes es la CARTA DE ATENAS, redactada a bordo del barco Patris II en 1933,  mientras hacía la ruta Marsella-Atenas-Marsella, y publicada en 1942 por el arquitecto suizo Le Corbusier y por el arquitecto catalán Josep Lluis Sert, quien en aquel entonces participaba como estudiante. (Inserto un enlace interesante sobre el viaje en el Patris II y que he localizado en youtube:   http://www.youtube.com/watch?v=vdxxyprNGRE)

Congreso de Arquitectura Moderna CIAM IV. Atenas 1933


A partir de entonces han habido más Cartas y más Convenciones que han ido recogiendo nuevos principios según el desarrollo que han experimentado la humanidad y el patrimonio. Una de ellas ha sido la CARTA DE MACHU PICHU, elaborada en 1977, en la que se establecen  comparaciones entre ésta y la CARTA DE ATENAS y en las que se ponen de manifiesto la obsolescencia de algunas de sus manifestaciones.(Añado otro enlace en el que aparece quiénes firmaron la CARTA DE MACHU PICHU: http://www.youtube.com/watch?v=nPBuVcr74-Q)

Carta de Machu Picchu que fue firmada por arquitectos como: Charles Eames, Buckminster Fuller, Kenzo Tange, Oscar Niemeyer, Alejandro Moser, entre otros.
                                             
Hay que tener en cuenta que en poco más de cuarenta años, tiempo que separa la una de la otra, el crecimiento demográfico ha experimentado una gran aceleración así como el desarrollo tecnológico y científico; todo ello conlleva aparejadas la crisis de la vivienda, la de los servicios urbanos, la del desplazamiento caótico hacia las ciudades con la consiguiente formación de suburbios y barrios marginales... mientras que en la CARTA de 1933 se reconocía "la unidad esencial de las ciudades y sus regiones circundantes".
Asimismo, en la CARTA DE ATENAS  se habla de que la circulación es una de las funciones urbanas básicas y que ésta depende mayormente del automóvil; en 1977 (y no digamos hoy en día, en pleno 2013) se manifiesta la necesidad de supeditar el transporte colectivo al individual e incluso si este último desapareciera de la ciudad pues mejor que mejor. Por otra parte, la CARTA DE ATENAS planteaba que para el uso del suelo urbano debía primar el interés colectivo pero ha sido una recomendación que no se ha podido llevar a cabo al igual que otros aspectos como el del control de la contaminación ambiental, el del impacto de la actividad industrial en la ciudad, el del diseño urbano y arquitectónico y el que más nos interesa a nosotros en este momento, el referido a la "preservación y defensa de los valores culturales y Patrimonio Histórico-Monumental". En la CARTA DE MACHU-PICHU se manifiesta que no solo hay que preservar las zonas monumentales históricas y arquitectónicas sino también el Patrimonio Cultural puesto es tan valioso como el primero y sirve para que los pueblos se reafirmen en su personalidad, ya sea a nivel local o a nivel nacional. Dentro de este concepto se han añadido elementos de muy diversa índole: elementos etnográficos, bibliográficos, documentales... cuya significación no solo tiene por qué ser estética o derivado de un exclusivo valor histórico, sino que merecen su inclusión en este marco porque constituyen manifestaciones de la actividad humana.
Lo cierto es que el desarrollo de las CARTAS tiene que ir paralelo al desarrollo experimentado por la humanidad, y al mismo tiempo, nos tiene que servir de recordatorio ( sobre todo a los gobiernos de los estados miembros y, ojalá, a todos los gobiernos en general) de que existen una serie de pautas que hay que cumplir para poder dejar nuestro gran legado patrimonial a las generaciones futuras. En este sentido, la finalidad de las CARTAS es clara y contundente y gozan de la máxima flexibilidad para poder ir añadiendo nuevas normas y eliminar otras que se han quedado caducas.



                   

1 comentario:

  1. Me gusta el caríz que le has dado a esta práctica, Loli. Buena elaboración.

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